De los seguros deportivos a Prometheus: una vida dedicada a transformar sectores
🔥🔥La Historia de Kiko Jalvo
La historia de Kiko Jalvo
De los seguros deportivos a Prometheus: una vida, muchas caídas, y un propósito muy claro
No me llamo gurú. No vengo de una estirpe empresarial. No estudié en Harvard.
Me llamo Kiko Jalvo, y mi historia está hecha de deporte, miedo, pasión, caídas, reinvención y propósito.
Nací un 27 de octubre de 1974 en Valencia, en una familia de clase media, con un padre que emigró desde Guadalajara tras la Guerra Civil para levantar —junto a sus hermanos— una empresa de mamparas. Aquella empresa nos permitió vivir con holgura durante años, hasta que llegó la crisis y lo perdimos casi todo. Vi cómo la estabilidad desaparece sin avisar. Fue duro. Pero también fue mi primer aprendizaje: todo lo que tienes puede caerse… menos lo que eres capaz de volver a construir.
Mi madre, Encarna, fue el centro emocional de mi vida. Una mujer que no solo sostuvo la familia, sino que nos enseñó lo que significaba amar, cuidar, resistir y empezar de nuevo.
Desde pequeño, encontré en el deporte un refugio. Jugaba al fútbol, al baloncesto, al tenis, al voleibol… y en todos destacaba. Tenía talento. Pero también tenía demasiadas preguntas. Me apasionaba entender el “por qué” de las cosas. Y entonces, un día, vi Wall Street. Y mi mundo cambió. Descubrí que quería entender el sistema. Quería hablar el lenguaje del dinero. Quería libertad.
Estudié Económicas. Me metí en el Club de Bolsa. Fui vicepresidente del periódico universitario Canal Alcista. Me formé en inversión con Bancaja. Y creía que mi camino estaba trazado.
El inicio “por error” que lo cambió todo
En el último año de carrera, me presenté a una oferta pensando que era un banco. Era una aseguradora. El “error” que me puso frente a mi destino. Empecé como agente y acabé dirigiendo zonas enteras en Prosperity. Cuando la compañía fue vendida, di el salto al mundo bancario: Kutxa, Sa Nostra, dirección, resultados, ritmo.
Pero llegó 2008. La gran crisis. Bancos cerrando, clientes asustados, estructuras cayendo. Y también llegó una pregunta que lo cambió todo:
“¿Qué pasaría si uniera mi experiencia aseguradora con mi verdadera pasión: el deporte?”
Así nació segurosdeportivos.es, un proyecto tan simple como potente: ofrecer seguros diseñados de verdad para clubes, federaciones, escuelas deportivas y eventos. Y así nació también J&C Insurance Sports, una correduría que empezó en un despacho modesto, pero con una idea gigante: hacer del deporte un lugar más seguro, más profesional y más humano.
Un caso real de éxito
Hoy J&C:
Todo eso lo conseguimos sin inversión millonaria, sin padrinos, sin atajos. Solo con trabajo, obsesión por el cliente, soluciones ágiles, innovación constante y un equipo que creyó. Y aún más importante: con una filosofía empresarial basada en el compromiso real.
La formación: mi obsesión por seguir creciendo
Nunca he dejado de aprender. Lo hice cuando estaba arriba y, sobre todo, cuando toqué fondo.
De ahí nacieron mis propios métodos:
Duplicación de Ventas
Sistema “Libertad de Trabajar”
Kaizen aplicado a corredurías y entidades deportivas
Metodologías probadas. Aplicadas. Que funcionan.
Nace Prometheus: una consultora con fuego real
Después de 25 años liderando proyectos, equipos y negocios desde dentro, decidí dar un paso más.
No quería solo una correduría referente. Quería acompañar a otras personas como yo: líderes, pymes, empresas de servicios, clubes o emprendedores… que necesitan claridad, estructura, estrategia y alguien que haya vivido lo que ellos están viviendo.
Así nace Prometheus: una consultora que no te llena de teoría, sino que te ayuda a ejecutar.
Crecimiento con sentido
Estrategia comercial y foco
Automatización y eficiencia operativa
Mentoría empresarial
Y acompañamiento real
El Kiko Jalvo más real
Pero todo esto no tendría valor si no fuera sincero contigo.
Yo no soy perfecto. He caído muy hondo.
Durante muchos años, creí que era fuerte porque trabajaba sin parar, porque sonreía, porque cumplía.
Pero no me ponía límites. No decía “no”. Me olvidé de mí. Me tragué el miedo. Y me rompí.
Llegó el alcohol. Las mentiras. El autoengaño. El dolor a quienes más quería. Y no supe salir… hasta que la vida me puso señales. Personas de luz. Oportunidades. Retos. Y decidí verlos.
Hoy no estoy “curado”. Nadie lo está del todo. Pero me conozco. Me gestiono. Me levanto.
El estoicismo me enseña a actuar con templanza. El código Jedi me recuerda que la verdadera fuerza es interior.
Hoy no necesito esconderme. Miro de frente. Y tengo un plan.
Un plan llamado Prometheus.
Un proyecto para acompañar con verdad a quienes están listos para crecer, no solo en ventas, sino en conciencia, liderazgo y libertad.